viernes, 23 de mayo de 2008

60 años de Israel

El 14 de mayo de 1948, David Ben Gurion, proclamó la independencia del Estado de Israel bajó un retrato de Teodore Herlz. Lejos de ser casual, Ben Gurion reconocía bajo la atenta mirada de Herlz el trabajo de éste como fundador del sionismo moderno. Él fue el principal partícipe de crear en el sentir judío la necesidad de crear un estado independiente para el pueblo que bien podía ser como así fue en Palestina, donde no había una identidad nacionalista tan fuerte como en la actualidad. Días antes de la independencia del Estado de Israel miles de supervivientes del Holocausto llegaban en barcos, como el legendario Exodus, al puerto de Haifa, con la esperanza de encontrar en Israel un lugar donde encontrar refugio.

Tan sólo un día después de la declaración de independencia comenzó la primera guerra árabe-israelí que presagiaba a pesar de la victoria de Israel un año después, que la zona pasaría a estar en una guerra permanente que ni siquiera hoy tiene visos de terminar. Con la independencia del Israel se puso la primera piedra para la construcción de un Estado fuerte dentro de una zona mundial en perpetuo conflicto pero también la desposesión de las tierras para el pueblo palestino. Desde entonces las guerras entre ambos pueblos se han sucedido y han supuesto una batalla en las que se han visto inmersos el resto de países árabes de la zona. Del Holocausto perpetrado por los nazis con la muerte de más de 6 millones de judíos se pasó a los 750.000 palestinos que pasaron a vivir en precarios campos de refugiados de los países árabes tras la victoria del bando israelí.

60 años después, los dos pueblos viven el aniversario de maneras muy diferentes. Miles de judíos han firmado en contra del excesivo gasto en las celebraciones del aniversario y abogan para que se realicen de forma más austera, mientras que los palestinos viven su particular celebración refiriéndose a ella como la Naqba (la catástrofe), y siguen denunciando el expolio en el que siguen viviendo seis décadas después. Israel vive la amenaza árabe como en el pasado vivió la amenaza nazi, creedores de que siempre han tenido que luchar contra rivales que deseaban la eliminación del pueblo judío mientras que los palestinos han visto en el Islam la única fuente de fe con la que combatir a Israel siendo que Palestina antes era una sociedad mucho más laica de lo que lo es en la actualidad.

El odio que se tienen ambos pueblos es un reflejo de la historia que les ha tocado vivir. Tras cada atentado terrorista en el que muere algún israelí, cientos de palestinos salen a las calles a celebrarlo. Tras cada bomba israelí en el que mueren civiles palestinos los ciudadanos acogen la noticia sin ningún tipo de remordimiento colectivo. Ambos pueblos carecen de compasión tras seis guerras disputadas y continuos enfrentamientos diarios. El fin del conflicto no se vislumbra ni a corto ni a largo plazo pero lo peor de todo es que la situación hace pensar que se agravará aún más si cabe en los próximos 60 años.


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