Berlusconi sigue buscando polémicas. La última travesura del presidente italiano es haber enviado notitas a dos de sus jóvenes diputadas. Como si estuviesen en el colegio en plena adolescencia Il Cavaliere aprovecho el debate de su propia investidura, para flirtear con Nunzia de Girolamo y Gabriella Giammanco, diputadas del partido Pueblo de la Libertad. Y es que parece que Berlusconi no escarmienta. Su mujer Verónica Lario ya le exigió hace un año que la pidiera perdón públicamente por cortejar a la que es actualmente ministra de la familia y ex miss Italia, Marca Cafgana y después de pedirle perdón apareció en la prensa rosa meses más tarde rodeado de cinco mujeres en su residencia de Cerdeña. Italia le quiere y le odia a partes iguales y que sea hoy el presidente de ese país dice mucho de la sociedad italiana que sigue teniendo de cara al exterior la fama de casanovas y mama chichos que nos llevan vendiendo durante años.
¿Os imagináis a Zapatero enviando notas a diputadas socialistas de buen ver durante una sesión del Congreso? Sería tan divertido como que Rajoy fuese pillado tirando los trastos a Soraya Saenz de Santamaría. Fuera de frivolidades lo cierto es que es lamentable que la máxima representación de nuestro país vecino utilice su posición para hacer amistades entre sus propias diputadas y que además una de esas amigas acabe como ministra. Los políticos son los únicos que las revistas del corazón respetan aunque en ocasiones tampoco se han librado de protagonizar portadas de estas revistas. Álvarez Cascos y aunque con menor peso político Julian Muñoz han sido alguno de los galanes que han aparecido habitualmente en este tipo de prensa que tanto se consume en nuestro país.
Italia es un país magnífico, lleno de historia, con una cultura y unos ciudadanos tan extrovertidos como los nuestros pero que está lejos de ser un espejo en el que mirarnos. Su caótico sistema de partidos y sus líderes llamémosles carismáticos como Silvio Berlusconi empobrecen la imagen de un país que debe renovarse para mirar al futuro.
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